Desde su fundación, el Museo Cabañas (Guadalajara, Jalisco) resguarda una importante colección de dibujos, grabados y piroxilinas realizados por José Clemente Orozco (1883-1949), la cual fue dada en comodato por el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura. Dentro de este acervo destaca un conjunto de bocetos o anteproyectos—nombrados así por el mismo Orozco—para los murales que realizó en México y Estados Unidos entre 1923 y 1947. Desde siglos atrás, el boceto ha sido un recurso clave en el desarrollo de diversas manifestaciones artísticas, arquitectónicas y científicas. Debido a su carácter libre, abierto a la experimentación y a cualquier clase de impulso imaginativo, el estudio preparatorio da lugar a la operación intelectual que materializa lo que hasta entonces era sólo una idea.
En el caso de Orozco, dibujante virtuoso desde temprana edad, es posible apreciar cómo los anteproyectos responden tanto a intereses compositivos como a estudios anatómicos o gestuales y, en ocasiones, están vinculados a sus incipientes trabajos como agudo caricaturista político. Además, es palpable la forma en que estos bocetos dialogan con las características arquitectónicas del espacio asignado para el quehacer muralístico. En dicho aspecto entra en juego una amplia gama de cálculos matemáticos y de escala, así como de elementos relacionados con factores perceptuales e intensidades lumínicas, cromáticas y lineales. El boceto es, por consiguiente, un ensayo conformado por múltiples capas de información, de elementos sensoriales y del espíritu crítico, narrativo y emocional que persigue su autor.
Esta exposición se articula a partir de un despliegue cronológico de los bocetos que Orozco trabajó para sus murales más representativos. La curaduría y el diseño museográfico buscan ofrecer al público parte de los procesos creativos que estuvieron detrás de la producción de cada mural y enfatizan la diversidad de formatos, soportes y técnicas que empleó en sus anteproyectos, tales como el gouache, el temple, la tinta, el dibujo a lápiz y el carbón sobre distintos tipos de papel. Asimismo, la muestra busca dar visibilidad a la colección José Clemente Orozco del Museo Cabañas, el cual ha tenido como objetivo preservar, exhibir y enriquecer el vasto legado artístico de uno de los máximos exponentes del movimiento muralista. Para complementar la selección de bocetos, la muestra incluye algunas obras del Museo de Arte Carrillo Gil, las cuales ilustran no sólo los procesos que antecedieron a la pintura mural, sino también cómo los ecos de los murales reverberaron en su producción de caballete.
La Secretaría de Cultura y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, se complacen en presentar esta exposición, hecha posible gracias a la generosidad del Museo Cabañas, en colaboración con el Museo del Palacio de Bellas Artes. Este proyecto se realiza en el marco del 140 aniversario del nacimiento del artista jalisciense y de los festejos por el centenario del muralismo mexicano.
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