El Palacio de Bellas Artes, proyectado bajo un régimen que veía a Italia y Francia como referentes de la alta cultura y vanguardia, se vio truncado por casi veinte años. Cuando el edificio fue concluido, ya no era solamente un teatro nacional con los más altos estándares de las capitales europeas, se había convertido en el espacio más importante para albergar las colecciones de arte nacionales. En este sentido, su dimensión final permite que, tanto en el exterior, como en el interior, sea posible encontrar diversos elementos que contrastan por sus estilos, visiones, momentos históricos e ideologías.
Por ello Uno a uno / Bellas Artes. Lake Verea destacó una selección de referencias arquitectónicas que, a través de un ejercicio de descontextualización, permitió la confrontación física de los objetos referidos. Mediante el uso de la fotografía, se planteó un juego con el tamaño de la reproducción y el alcance visual, empleando este recurso para reproducir cada objeto y fragmento en su tamaño exacto. Cada uno de los registros integró una interpretación personal por parte de Lake Verea que buscó construir una visión transversal del tiempo y del espacio.